La biometría permite, mediante métodos automáticos, el reconocimiento único de humanos basados en características fisiológicas o de comportamiento. Las tecnologías aplicadas más comunes en este campo explotan el reconocimiento de voz, iris, sistemas dactilares y faciales, geometría de manos, reconocimiento del ADN o  la forma de la oreja, entre otros.

Uno de los beneficios que otorga la tecnología biométrica es que hace que no sea necesario llevar una tarjeta o llave para acceder a un edificio. Las infraestructuras de grandes redes empresariales, las identificaciones en el gobierno, las transacciones bancarias seguras, y los servicios sociales y de salud, entre otros ámbitos, ya se benefician del uso de este tipo de verificaciones.

De las tecnologías más avanzadas y seguras actualmente  se destaca  la lectura de huellas digitales.